Carlina
angélica, cardo de brujas, cardo plateado, ajongera – carline thistle (in) –
chardon argenté (fr) +Gema Villa
Es una planta bienal, espinosa, semejante al cardo, sin
tallo, y con hojas recortadas y espinosas.
Lo que parece una gran flor, que recuerda al sol, son en
realidad numerosas flores reunidas en un gran disco de color pardo claro, y
rodeado por falsos pétalos estrechos y alargados, de tono plateado.
Está sujeta al suelo por una fuerte raíz, de hasta 2m, que
contiene un antibiótico llamado óxido de carlina.
Florece en verano, en praderas altas. Las de las fotos son
de las zonas de Labert y Ampriu, en Cerler.
PROPIEDADES MEDICINALES
En la medicina popular el té de carlina (preparado con la
raíz extraída en otoño, cociendo entre 15 y 20 gr de raíz de la plata en 200 ml
de agua) se usa como remedio contra el catarro bronquial crónico, la retención
de la orina o la cistitis.
Más diluido (unos 5 gr en 500 ml de agua) ejercen una buena
acción diurética.
Cocida en vino se utilizaba para combatir la fiebre, en los
primeros escalofríos.
Por otra parte, la raíz hervida en vinagre ayuda al
tratamiento de las costras, la tifia y las erupciones cutáneas, así como de
trastornos de la piel en general, como acné, dermatitis, eccemas, herpes...
Asimismo, la carlina es recomendada para controlar la
obesidad y en casos de inapetencia sexual
TOXICIDAD: es importante evitar la sobredosis
porque ocasiona vómitos y mareos.
CURIOSIDADES: en el Pirineo aragonés (también en el
País Vasco y Navarra) se ha utilizado para ahuyentar a los malos espíritus,
colocando una carlina en la puerta de acceso a la vivienda. De ahí el nombre de
cardo de brujas.
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