Planta
herbácea perenne, de la familia de las amapolas. Crece en abundancia al abrigo
de los muros de piedra de nuestros pueblos.
Las
hojas, muy divididas, son alternas, con tres a cinco lóbulos, y de color glauco (verde alga) por el envés y con
numerosos pelos.
Las
flores aparecen en inflorescencias umbeliformes, desde mayo hasta agosto. La
corola tiene cuatro pétalos de un amarillo muy intenso y numerosos estambres.
Cuando
se corta el tallo o el rabillo de una hoja, por la herida rezuma un látex de
color amarillo intenso.
Había
fotografiado la cerigüeña en Santiagomillas (Maragatería, León) pero en la
primavera de 2017 la encontré esplendorosa al abrigo de los muros de Anciles,
lo que me ha permitido incluirla en este blog de flores del Valle de Benasque y
de Cerler.
“La
cerigüeña de todos los males es dueña”. El refranero del norte de España resume
el gran valor curativo que la medicina popular otorga a esta planta.
EL UNICO SITIO QUE ENCONTRADO LO QUE BUSCABA.
ResponderEliminarGRACIAS
Hola, te sigo. Muy buena información, pregunta: por qué Benasque? Vivo allí y estoy tratando de recuperar usos culinarios de las plantas silvestres.
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